URBANA COMUNICACIONES
domingo, 19 de noviembre de 2017
miércoles, 17 de septiembre de 2014
Un vivo ejemplo de la necesaria concurrencia del perdón en el proceso de reconciliación en Colombia.
La
Fundación para la Reconciliación, a propósito del debate sobre el
paramilitarismo que se adelanta en el Congreso de la República de Colombia, manifiesta
su opinión y recalca la importancia de la reconstrucción de la memoria, la
verdad y el perdón en el proceso de reconciliación que atañe al país.
Por: Jairo Enrique Díaz
Ferrer.
Las víctimas de la guerra se encuentran en el Senado de
la República. Cepeda[i] y Uribe[ii],
hijos del conflicto, qué larga y dolorosa historia de vida les marcó, qué larga
y compleja historia de mutuas acusaciones les heredó las formas de resolver las
contradicciones ideológicas y las formas criminales en que en Colombia acostumbramos
para resolver los conflictos por la tierra y por la dignidad durante el siglo
pasado. Acompañamos el dolor de uno y otro, el duelo de sus padres
prematuramente arrancados de la vida por los aceros de las rabias convertidas
en balas.
Será uno u otro más o menos culpable de la violencia
en Colombia, si en el punto de partida de sus vidas políticas heredaron el odio
y la necesidad de justicia de una u otra manera. Difícil forma de comprender la
historia de las causas de la violencia, si uno y otro no logran comprender que
los individuos son formas vivas de expresión de las condiciones históricas en
que se constituyen sus subjetividades, posiblemente mucho más cercano a esta
comprensión el senador Cepeda formado en el más ortodoxo materialismo histórico
de la cortina de hierro, que distante el senador Uribe, criado en la concepción
jurídica del positivismo penal, en la que menos que la historia pesa la
responsabilidad individual en la distribución de las culpas.
Uno y otro, corrientes de pensamiento y opinión
política que concurren en el Senado; uno y otro nos invitan a colombianos y
colombianas a coincidir con sus formas de sentir e interpretar. Sin embargo,
hay otras formas de sentir e interpretar, hay otras formas de ideologizar la
interpretación de la historia de las causas de la violencia en Colombia, que no
necesariamente coinciden con uno u otro. Estas son las formas del perdón y la
reconciliación, que oyendo a las víctimas como los senadores Uribe y Cepeda,
sin ambiciones de poder político, sin necesidad de reconocimiento de la
vanidad, sin necesidad de proteger acumulación de bienes y de cualquier tipo,
se pronuncia por una alternativa de comprensión de la historia diferente a la
que uno y otro expresan en su confrontación, y se pronuncia a favor del
abandono de las formas emocionales en que las rabias y los odios hechos cuerpo,
plantean las estrategias del derecho penal en la solución de las culpas de los
individuos y en la interpretación de los motivos que hayan llegado a tener para
encubar sus odios recíprocos y sus reivindicaciones de justicia.
Hoy de uno y otro lado de las sepulturas de sus padres,
los senadores y sus bancadas contribuyen a constatar de qué manera la historia
del conflicto en Colombia demanda del perdón, una forma diferente de
interpretar la historia y las responsabilidades históricas de ellas emanadas.
Pero, acaso, no hay ejemplo en Colombia de personas que habiendo perdido a sus
familias, discurren visceralmente de manera distinta a la acumulación de los
odios e interpretan de manera diferente a los senadores Cepeda y Uribe,
invocando la filosofía del perdón. Sí, las hemos oído, de las más humildes y
anónimas, a otras no menos humildes pero de mayor reconocimiento social como
las de Constanza Turbay, dentro de miles de voces, como la de viudas del
conflicto en diferentes municipios de Colombia quienes declaran que han
conseguido mucho más de paz y de conocimiento de la verdad, incluso de
conocimiento de sepulturas comunes, gracias a los procesos de perdón y
reconciliación que autónoma y voluntariamente han avanzado, que en los procesos
jurídicos de justicia y paz, sin demeritar estos últimos y las verdades
promovidas por la ley de justicia y paz, y la de víctimas.
Sin embargo, como expresión cultural que de alguna
manera morigera e inspira a la ley, no todo en los procesos de reconciliación
viene siendo castigo, hay mucho más en la sabiduría milenaria del género humano
expresada por las víctimas, que las formas estrechas de la justicia convencional,
que afortunadamente encuentran posibilidades de justicia en otros desarrollos
de la justicia, como son la justicia transicional, la justicia restaurativa y
la justicia transformadora, tipos de justicia que de manera incipiente asoman a
contribuir en el proceso de reconciliación y paz que se adelanta hoy en Colombia.
[i] Iván Cepeda Castro:
político y defensor de Derechos Humanos colombiano. Actualmente es Senador de
la República de Colombia por el Polo Democrático Alternativo. Víctima de la
guerra en Colombia por muerte de su padre Manuel Cepeda Vargas.
[ii] Álvaro Uribe Vélez:
político y abogado colombiano. Fue presidente de la república en 2 períodos.
Actualmente es Senador de la República de Colombia por el Partido Centro
Democrático. Víctima de la guerra en Colombia por muerte de su padre Alberto
Uribe Sierra.
sábado, 9 de agosto de 2014
CINE COLOMBIANO PARA RESPIRAR PAZ
MATEO primera película de María Gamboa
El próximo 28 de agosto se realiza el estreno nacional de MATEO,
película que narra la vida de un joven de 16 años que trabaja cobrando
extorsiones a comerciantes de Barrancabermeja. La historia está basada en
hechos reales y es el resultado de una larga investigación realizada por María
Gamboa en el Magdalena Medio Colombiano acerca de la prevención de la entrada
de adolescentes a los grupos armados.
Premios y participación en
festivales:
o
Mejor guión de ficción –Premio Jordan Alexander
Ressler- Festival Internacional de Cine de Miami, 2014- Estados Unidos.
o Mejor
ópera prima –Premio Lexus Ibero-american- Festival Internacional de Cine de
Miami, 2014- Estados Unidos.
o Mejor
director y premio especial del jurado, competencia oficial de cine colombiano -
Festival Internacional de Cine de Cartagena de Indias -FICCI-, 2014 – Colombia
o Mejor
Película y Premio de la Audiencia- Cine Las Américas, 2014- Austin, Estados
Unidos.
o Selección
Oficial – Festival de Cine Latinoamericano
de Toulouse - 2014 - Francia
o
Selección Oficial – New York Colombian Film
Festival – 2014- Nueva York.
La Organización de las
Naciones Unidas promueve la campaña “Respira Paz”; MATEO hace parte de la
muestra itinerante que se llevará a varias regiones de Colombia como parte de
actividades que promuevan la cultura de la paz. La campaña busca contribuir en
este logro invitando a aprender a respirar y reflexionar antes de actuar, y así
manejar mejor las situaciones conflictivas cotidianas.
La historia de la película da un mensaje esperanzador y es la
invitación a recomponer la vida (cuando ésta ha tomado rumbos peligrosos), a
través del arte y de cómo manejar diversas situaciones de la vida bajo
presiones de todo tipo.
MATEO
Cuando se abre la puerta a la esperanza, TODO ES POSIBLE
LOS ENGATIVEÑOS DECIMOS: GRACIAS SELECCIÓN COLOMBIA
Gracias por
permitir la verdadera unidad nacional
Luego del “torbellino” electoral,
o mejor, justo un día antes, se dio inicio al Mundial de Fútbol 2014, un evento
deportivo que atrapó la atención de todos. Frente a la pantalla no importaba
género, condición social, color de piel, marca de ropa, religión y menos corriente
política.
Luego de un mes de emociones,
espuma, harina, vuvuzelas, pitos, banderas, camisetas, uñas decoradas, ponchos
tricolor, pelucas, pinturas y cuanto elemento creativo sirvió para engalanar el
cuerpo, el negocio, el carro, la casa volvemos a la cotidianidad y nos
despertamos del sueño, de un sueño que nos hizo vibrar, conocer de fútbol y
hablar largamente con desconocidos sobre las atajadas de Ospina, los golazos de
James, el quiebre de cintura de Cuadrado, la estrategia de Pékerman, la hazaña
de Mondragón…
Ver el desfile de coterráneos
emocionados, luciendo con orgullo la camiseta de la Selección Colombia a la
espera del paso de un grupo de colombianos que nos permitieron gritar, tener la
piel de gallina, sufrir a veces, tener el nudo en la garganta al punto del
llanto, es de los momentos más gratificantes que hemos podido vivir.
Gracias señores, gracias
muchachos por demostrar que la unidad nacional es un sentimiento y no un
partido político, gracias por permitirnos soñar y gracias por recordarnos que
el deporte va más allá de las fronteras de los países y las ideologías.
La invitación es a que no
perdamos el entusiasmo y a que acompañemos a todos y todas los y las
deportistas que con la mejor actitud y competitividad nos representan en diferentes
disciplinas deportivas. Ibarguen, Montoya, Pajón, Quintana, Urán y tantos
otros, GRACIAS, GRACIAS por llevar lo mejor de Colombia al mundo.
Hagamos del próximo debate electoral un proceso de cultura política y ciudadana de poder popular.
Por: RTP
La próxima
coyuntura electoral deberá permitirnos adelantar un proceso de educación
ciudadana y empoderamiento masivo de la diversidad de actores políticos que convivimos
en la localidad de Engativá.
Ya estamos
en un nuevo proceso electoral, comunidad que se duerma en adelantar las
primeras gestiones de posibles adhesiones políticas, estará menos habilitada
para adelantar la concertación de sus agendas de desarrollo para el próximo
gobierno distrital en Bogotá.
Deberemos
evaluar los resultados políticos, culturales, económicos y sociales que nos
dejan los últimos años del hacer político en Bogotá. Evaluar ediles y
concejales, realizar reuniones de construcción del perfil del gobierno local y
municipal que necesitamos para el próximo cuatrienio.
Estamos pensando
en una comunidad local que elabora su proyecto de desarrollo como parte del
proceso electoral, una comunidad en la que los candidatos participan en
talleres sectoriales en los que diagnosticamos las necesidades de la localidad
y elaboramos el proyecto de desarrollo que entregaremos en mandato a los
intermediarios que entre el poder popular y el ejecutivo elijamos para
administrar los recursos públicos.
Invitamos a
que los candidatos que surjan de la localidad o quienes vengan a solicitar el
apoyo político electoral, se comprometan en desarrollar una serie de encuentros
ciudadanos y comunitarios que hagan de la campaña una consulta de
saberes y de propuestas de los habitantes de la localidad, para ser entregados
en mandato, más que una campaña de discursos, en los que los candidatos se
presentan como grandes conocedores de nuestras necesidades.
De esta
manera, los candidatos serán enviados, mandatados, mejor que iluminados que
comprenden nuestras necesidades. Esta será una forma de darle vigor a la democracia
en la localidad y un ejemplo de cultura política y ciudadana en Bogotá y en el
país.
Una de las
formas de perder poder ciudadano y comunitario, es la que le confiere al
candidato la sabiduría plena de las necesidades de una comunidad y la sabiduría
plena de las soluciones requeridas. En cambio, si entre todos y todas,
aprovechamos ese espacio que se llama debate electoral, como una forma de vida
en comunidad mediante la cual mejoramos nuestra cultura ciudadana y política,
seremos más gobierno, más participantes y menos colonia de iluminados.
No educa
mucho en cultura política a los miembros de una comunidad la forma tradicional
en la que los candidatos acostumbran a realizar los debates electorales: hacer
discursos y esperar tener la propuesta más aceptada. Que es una de las
formas de la colonización política, colonización enemiga de la democracia.
La
democracia del conocimiento y la democracia de la elaboración de los programas
de gobierno, tienen su origen en los habitantes de las comunidades, somos
nosotros mismos quienes vivimos el día a día en nuestras comunidades, nosotros
mismos quienes sabemos qué se debe hacer con los recursos públicos, y sabemos,
que solo por principios de administración política, elegimos representantes, mandatarios,
que en este sentido de la
participación comunitaria quiere decir: persona a la que se mandó.
Este
mandato proviene de las comunidades, y los mandatarios, deben realizar la
gestión que permita a las comunidades que les han dado un mandato, participar
de la forma en que la constitución política y las leyes les permitan,
realizando ejercicios de administración y gestión comunitarias que se denominen
realmente cogobierno.
En el
próximo debate electoral del 2015, seamos gobernantes de nuestros propios
proyectos, elaborando primero los programas que queremos
elegir y luego elijamos a los mejores secretarios populares, como deberían
llamarse los ediles, concejales, alcaldes y demás enviados populares que
elegimos en las urnas para que mandatados por las comunidades, cumplan las agendas de desarrollo que les demandamos
cumplir a cabalidad, que de lo contrario, el poder popular y las leyes lo han
dispuesto, podrán ser revocados por el poder mismo que los eligió.
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